Ser vulnerable nos hace que nos sumerjamos una y otra vez en el río de la verdad. En él sentimos que nos ahogamos, que nos falta el aire, y agitamosColección: Espiritualidad nuestros cuerpos, sentimientos y razón para intentar que nuestra cabeza emerja del agua, pero ahí está ella, paciente, para hundirnos de nuevo hasta el fondo.