La familia Burrón se publicó desde 1948 hasta 2009, por lo que durante más de 60 años narró con humor y emotividad la vida de doña Borola; su marido, don Regino Burrón, de profesión peluquero; y sus dos hijos, la señorita Macuca Burrón y Regino Burrón Tacuche. Acompañaron a la familia Fóforo Cantarranas, niño “arrimado” al que quieren como hijo, y el perro Wilson. A partir de estos y otros personajes, Gabriel Vargas hizo la crónica de los barrios pobres de la capital mexicana, de las vecindades, de los patios en donde conviven simpáticos personajes, de los pobres y sus deseos de dejar de serlo y parecerse a los “rotos fufurufos”.