Muchas iglesias no están creciendo espiritualmente aunque se esfuerzan por cumplir la gran comisión porque las familias de las iglesias continúan batallando con sus emociones y sus debilidades espirituales. El autor presenta muchos factores que atrapan y mantienen a la familia en su incapacidad de cumplir el llamado del Dios de amor y su legado de fe. Todo proceso de sanidad relacional comienza con el individuo, y cuando la familia logre sanidad entonces puede contribuir al crecimiento de la iglesia. Las iglesias sanas demuestran el poder de Dios integrando lo espiritual y lo emocional en la vida práctica, resultando en la transparencia de su fe. El propósito es promover esperanza, información, procesos y nuevos aprendizajes prácticos para sanar al individuo, a la familia y a la iglesia. El proceso de sanidad es bíblico y Cristo céntrico, y las diversas referencias sobre el tópico añaden y profundizan el proceso presentado. Agradezco a mi esposa Myrna por su colaboración incansable en editar y examinar el escrito.