"...En aquel café tuvo, desde 1912 hasta la guerra incivil, su tertulia y su diario Gómez de la Serna: describió ese café hasta el ultimo rincón, le dedico centenares de paginas, dibujo fragmentos, le busco antecedentes, trazo comparaciones... Nunca un simple local publico fue objeto de semejante culto, motivo de parecida i nspiración". Pombo, el primer volumen (1918) y La sagrada cripta de Pombo (1924) muest