En ortodoncia es muy conocido que el diagnóstico cefalométrico sagital de la maloclusión represente una herramienta indispensable para el establecimiento de un buen diagnóstico y un plan de tratamiento adecuado. La mayor utilidad del método cefalométrico sagital propuesto por el autor es que permita la formación de criterios diagnósticos mediante la visualización y la observación. Así pues, con esta propuesta no es necesario hacer medidas directas, ya que se pueden realizar en programas de computación que los estudiantes y profesores conocen y han utilizado, como PowerPoint de Microsoft, o Keynote de Apple. Esto trae consigo varias ventajas, entre ellas, la posibilidad de lograr acercamientos de las estructuras anatómicas que dan certeza al análisis; ayudar al almacenamiento de las imágenes en la computadora para evitar el uso de radiografías (plásticas); y que el método se pueda realizar en imágenes tomográficas. Sin duda, este método, basado en otros con reconocimiento a nivel internacional, se constituye como una herramienta sumamente práctica para aquellos que todavía se encuentran en preparación, pero también para los profesionales que deseen llevarlo a cabo con la finalidad de obtener un diagnóstico de partida, o bien, uno adicional.