La escuela es el recurso social universal por excelencia. Para que responda a sus posibilidades y fines se debe intentar conseguir una adecuada integración de todos los alumnos, (a) en la adquisición de conocimientos y competencias académicas, erradicando el fracaso escolar (hoy en números absolutamente inaceptables) y (b) un grado razonable de bienestar personal y social, dedicando los esfuerzos no sólo al aprendizaje de los contenidos instrumentales o académicos, sino también a la adquisición de competencias que favorecen el bienestar. Una escuela, en definitiva, para aprender a vivir bien, no sólo para aprender a trabajar y competir en el sistema de producción.**************************CONTENIDO--------------------------------------------------------------------------------------------------------------Págs.SOBRE EL AUTORCAPÍTULO PRIMERO: El bienestar y las dimensiones emocional, afectiva y social 91. Las dimensiones emocional, afectiva y social, 9.-2. ¿Y qué es el bienestar?, 19.CAPÍTULO II: ¿Qué necesitan los niños y los adolescentes para sentirse bien, para alcanzar el bienestar? Necesidades que deben ser cubiertas 261. Un ser para el contacto y la vinculación, 26.-2. Nuestra propuesta, 30.CAPÍTULO III: La escuela, las necesidades de la infancia y el bienestar emocional y afectivo1. La escuela infantil y la escuela obligatoria, 53.-2.El bienestar de los alumnos en la escuela, 61.CAPÍTULO IV: Transversalidad y programas de promoción del bienestar de los alumnos1. ¿Por qué en la escuela?, ¿cómo y sobre qué intervenir con programas de promoción?, 106.-2. Una propuesta a discusión, 113.BIBLIOGRAFÍA
"Con toda sinceridad el libro no me sirvió para nada."