Relato de la conflictiva vida de un arquitecto que tras mudarse constantemente de ciudad no logra encontrarse consigo mismo. Melancólica a la vez que divertida exploración en los territorios del vacío existencial, esta novela de Alfredo Bryce, en la que lo trágico y lo cómico están en permanente vaivén, es un canto a la irrenunciable búsqueda de aquello que más amamos y que tal vez nunca llegaremos a alcanzar.