Adaptado al texto refun Dido de la Ley concurso (real Decreto Legislativo 1/2020, de 5 de mayo) el viejo art. 61.2, primer párrafo, LC, establece que la declaraciones de concurso, por sí sola, no afectaba a la vigencia de los contratos con obligaciones recíprocas pendientes de cumplimiento tanto a cargo del concurso como de la otra parte. Las prestaciones a que estuviese obligado el concurso, se realizaron con cargo a la masa. La citada norma sentaba un principio básico que era consecuencia de la regla que proclamaba el también derogado art. 44.1 LC, la continuación de la actividad patrimonial de la concurso. Por ello, era lógico que el concurso, en si mismo, no afectar a la vigencia de los contratos con obligaciones reciprocas pendientes de vencimiento. Sin perjuicio de ello, el art. 61.2 LC establecer en su párrafo segundo, una excepcional a dicho principio general: la Administración concurso, en caso de suspensión, o el concurso, en caso de intervención, podía solicitar la resolución del contrato si lo estimaba conveniente al interés del concurso. El letrado de la Administración de Justicia debía citar a comparecencia ante el juez al concurso, a la Administración concurso y a la otra parte en el contrato y, de existir acuerdo en cuanto a la resolución y sus efectos, el juez dictaba auto declarando resuelto el contrato de conformidad con lo acordado. En otro caso, las diferencias se sustancias por los trámites del incidente concurso y el juez decidía acerca de la resolución, acordando, en su caso, las restituciones que procediesen y la indemnizaciones que hubiese de satisfacer con cargo la masa. Cuando se trataba de la resolución de contratos de arrendamiento financiero, y a falta de acuerdo entre las partes, con la demanda INCIDENTAL se exigía acompañar tasación pericial independiente de los bienes cedidos que el juez podrá tener en cuenta al fijar la indemnización.