Toni es la más sencilla y radical de todos los maestros espirituales que he conocido, radical en el sentido que avanza, sin vueltas, hasta llegar a la raíz. No permite que lo llamen maestro porque considera que los conceptos imaginarios de 'maestro' y 'alumno' oscurecen en lugar de revelar la verdad.El trabajo de Toni lleva el descubrimiento directo de la indivisa, la inmediatez de ser puro, donde no hay sensación de separación o limitación. Esta inmediatez es ver sin saber, escuchar e indagar sin respuestas o fórmulas. Su trabajo consiste en exponer y sacar a la luz los obstáculos que se interponen en el camino de este ser abierto: nuestra mente habitual, condicionada, que gira alrededor del 'yo' imaginario, construyendo imágenes acerca de uno mismo, los otros y el mundo, es una abstracción que generalmente tomamos como verdadera. Esta ignorancia, el error de tomar los conceptos por la realidad, esta en la raíz de todo sufrimiento humano: las guerras, la codicia, la violencia, y las adicciones. Toni dirige la atención a lo que es, ahora en este momento, aquí, y señala, una y otra vez, con renovada sutileza, la diferencia entre pensar y ver.