Quien recorra la obra hallará muchas aportaciones valiosas, en particular un tratado breve pero exhaustivo sobre esa institución en lentísimo rodaje que se llama patrimonio protegido, o las sugerencias imperiosas para el desarrollo de la facultad de mejorar atribuida al cónyuge, que es otra figura infrautilizada no obstante su potencial inmenso al servicio de la autonomía de la voluntad. Sin embargo es en el