Hay que atreverse a hacer lo que uno quiere, pero antes hay que saber de qué se trata. A pesar de ser hermanas, o quizá por ello, las vidas de Ana y Lucía han llevado rumbos opuestos. La ambición y l cabeza guiaban a una, mientras la otra se dejaba llevar por los soplos de todos los vientos sentimentales. Más allá de las vi ejas historias familiares, nada hacía presagiar que sus caminos pudieran cruzarse.