Síntesis: El 14 de diciembre de 1988 España se paralizó. Alrededor de ocho millones de personas, en torno al 90 % de la población ocupada, secundó una huelga general que quedaría en la memoria colectiva como la última, única y gran victoria de los sindicatos y los trabajadores contra las políticas liberales de los sucesivos gobiernos de la democracia. Sergio Gálvez Biesca denuncia el secreto mejor guardado de la época socialista: los costes sociales y humanos del proceso de modernización en la huelga general de 1988.