Los bienes intangibles y el capital intelectual constituyen actualmente el más valioso activo empresarial. Por ello, los retos a los que se enfrenta el derecho ante los avances tecnológicos trae consigo la necesidad de su análisis constante por teóricos y practicantes. Especialmente, porque la protección efectiva de los derechos derivados de la propiedad intelectual fomenta la cultura de la innovación y la creatividad, estimula el crecimiento económico y social y la transparencia del mercado, genera nuevos empleos e industrias y enriquece y mejora la calidad de vida de las personas. La protección legal les brinda estabilidad y seguridad jurídica a los titulares de los derechos intelectuales, a pesar de los debates y controversias que pueden suscitar las obras o invenciones. Por ello, es preciso entender el funcionamiento actual y cambiante del sistema legal que regula la materia y responder a las necesidades de la contemporaneidad y, especialmente, a la rapidez de las transformaciones tecnológicas.