No es de extrañar la admiración inalterable de ciertos aficionados al cine musical por el arte de Fred Astaire. Definir a este genial bailarín es sencillamente imposible: los genios, en cualquier manifestación, caminan solos. Pero Fred Astaire no solo era bailarín, era mucho más. Fue uno de esos personajes que aparecen y desaparecen y tras el, nadie sabe que ha ocurrido, ni como pudo suceder. Se llamaba Frederick Austerlitz, Jr.
"Esperaba mayor detalle sobre la vida de Fred Astaire, sus relaciones con los estudios cinematográficos y con las personas que lo rodearon como Ginger Rogers, su esposa e hijos y otros iconos del cine y el mundo en general. Creo que no ha, satisfecho mis expectativas y es a pesar del número de páginas no constituye una obra completa sino más bien somera e introductoria hasta cierto punto. "