La magia ha estado prohibida en Syhl Shallow desde que los mejores amigos Jax y Callyn recuerdan. Antes les encantaban las historias sobre poderosos forjadores de magia y míticos scravers que conjuraban fuego o controlaban el hielo, pero ahora han aprendido que la magia no entraña más que peligros; fue lo que mató a los padres de Callyn y la dejó al cuidado de su hermana pequeña. La magia nunca ha ayudado a Jax, que perdió el pie en un accidente por el que su padre no ha dejado de castigarlo. La magia tampoco los salvará a ninguno cuando la recaudadora de impuestos llame a su puerta.
"el servicio fue excelente y el libro estuvo increíble, esta autora nunca me decepciona"