Como olas de Cuchíaque cortan al fuego y van,regresan ya sin conciencia,nunca llegan a clamartodo lo que ellas quisieran.Como ellas arrastran floresde blancores y belleza,yo aún creo palaciossolamente con estrellasen las que noches que no hay damaque no hay luna que nos vealos dos paseando juntos.****La batalla, reducidaA cenizas y la sangreSolo vi la de mi alma;No sé siAlgún día, alejadoDel campamento,Con las armas en el sueloTú también lloraste.El ave fénix renace de las cenizas. En este caso, también de la sal, después de la tormenta y el incendio en medio del mar. No cualquier mar, desde luego.Solo espero que lleguéis a sentir los versos como un día los sentí yo.