No hay proyecto educativo que pueda prescindir del constructivismo. Implícito o explícito, este marco epistemológico subyace a toda propuesta pedagógica, desde los enfoques, planes y programas del Ministerio de Educación, hasta las propuestas específicas para el trabajo en el aula que elaboran los profesores. Sin embargo, a pesar de esta realidad incuestionable, el constructivismo está muy mal entendido en la comunidad educativa: se piensa que es obsoleto, importado o inadecuado para la realidad latinoamericana, que no responde al modo en que aprenden los pueblos originarios. Pero nada de esto tiene asidero. Tal como se propone en este libro, el constructivismo es un marco complejo que explica de la mejor manera el aprendizaje y el desarrollo humanos.