Ciertas normas consuetudinarias complican el trabajo de lascortes y los tribunales penales internacionales (TPI). El principio delegalidad establece que nadie puede ser condenado por crímenes mal definidos o"nuevos", y las reglas de inmunidad personal prohíben a los TPIprocesar acusados de alto nivel. En casos que involucran estos asuntos, los TPIenfrentan el dilema de ponderar principios fundamentales del "Estado dederecho" y su objetivo central: responsabilizar a líderes por crímenesinternacionales. Varios TPI han recurrido a lo que algunos comentaristas llamaneufemísticamente la aplicación "creativa" de la costumbreinternacional, y lo cual los críticos denominan un "razonamiento jurídicopobre?. Al examinar ejemplos de decisiones sobre estas cuestiones,particularmente enfocándose en una corriente reciente de decisiones de la CortePenal Internacional (CPI) sobre la inmunidad de jefes de Estado, este artículointenta identificar y evaluar un modus operandi de los TPI al encarar ladifícil elección entre una aplicación "segura" de las fuentes delderecho relevantes y el garantizar la justicia penal internacional.