La tradición del relato breve se remonta varios siglos atrás, pero alcanza un esplendor especial en el periodo comprendido entre la segunda y tercera década del siglo pasado, y de forma destacada en Inglaterra. En el período de entreguerras, la literatura de lengua inglesa vio nacer las joyas del llamado relato fantástico o de terror, y fueron innumerables los escritores que consiguieron darse a conocer contando historias breves de gran calidad literaria, sin importarles demasiado la crítica descarnada a la que estuvieron sometidos sus textos.Aquellos que ejercieron esa crítica, otorgándole mayor categoría a la novela, sin duda pasaron por alto que el relato también puede afrontar las temáticas cruciales propuestas desde la literatura: el miedo, la venganza, la locura, la guerra, etc. Ton Pedraz, en un intento por dar la razón a aquellos primeros autores ingleses que emprendieron el camino del relato, ha usado como referencia una frontera desde donde aglutinar tres temas que siempre