Soy una convencida de que somos uno de los países más sangucheros del mundo. Porque el pan es parte esencial de nuestra dieta y no nos complica meterle lo que sea dentro. El sánguche es tan versátil que hasta un niño prepara uno, y puede llegar a ser tan sofisticado que nos brinda una experiencia gourmet. El sánguche es parte de nuestra vida social. Es la estrella en cualquier pic nic o paseo, nos alimenta cuando nos vamos de viaje y cuando andamos apurados y con poco tiempo. También es un buen socio cuando queremos impresionar, porque puede alcanzar la categoría de un plato de alta cocina y contener ingredientes como queso azul, prosciutto, croqueta de salmón y mayonesas trufadas. Disfruta elaborando las recetas de los sánguches en sus múltiples presentaciones: Los de siempre, Los de regiones, Los importados, Los gourmet, Los vegetarianos, Los para impresionar y Los de los crack, amigos cocineros que compartieron en este libro su mejor receta. ¡Y a comer!