Vivimos tiempos turbulentos que provocan inestabilidad y caos. Tres países dentro del ámbito hispano, España, Venezuela y Chile, salieron de procesos dictatoriales a través de pactos y consensos. Unos acuerdos que ayudaron a fortalecer la democracia y que hoy se muestran agotados. Este libro abre preguntas sobre la vigencia de los pactos, los caminos para su actualización y su relación con la estabilidad democrática.En España los críticos de la Constitución de 1978 ganan terreno y valores fundacionales que antes se daba por sentados –como la unidad del Reino y la institución monárquica– hoy se debaten abiertamente. El debate en sí mismo no es malo. Lo preocupante es la polarización. Convendría encontrar caminos para despolarizar la sociedad política y medios para renovar los pactos democráticos. A fines de los años 90, la crisis del Pacto de Puntofijo abrió el camino para que se radicalizara el populismo en una autocracia de un líder mesiánico. Han pasado más de veinte años durante los cuales la polarización y la desinstitucionalización han minado las vías democráticas. El futuro de uno de los países más ricos de América Latina luce incierto ante un presente que carece de estabilidad y progreso.La crisis en Chile también avanza. El 25 de octubre de 2020 los chilenos acudieron a las urnas para decidir si habilitaban un proceso constituyente. Todo proceso constituyente exige la refundación de la República y genera debilidad estatal. La autora de este libro, la venezolana Paola Bautista de Alemán, advierte que iniciar un proceso constituyente habilitado por unas elecciones con resultados cerrados y en un ambiente polarizado puede ser riesgoso. Solo el tiempo podrá decir si el pasado de Venezuela será el presente de Chile.La exigente vía de las reformas, anota Bautista de Alemán, es el mejor antídoto contra las dolorosas rupturas que pueden abrirles las puertas a procesos políticos complejos de mal pronóstico.El trabajo de Paola Bautista Alemán nos invita a repensar la política de los acuerdos, a volver atrás si es necesario y a ajustarlos en aras de una sociedad que alcance la plenitud de la felicidad y del bien común.—Roberto Ampuero