Este libro analiza las novelas de Juan José Saer como “variaciones imaginativas de la experiencia subjetiva del tiempo” y de la relación del sujeto con el tiempo histórico. A través de los sucesivos análisis de la narrativa saeriana la autora demuestra que el tratamiento de la temporalidad novelesca constituye la principal innovación formal en la obra de Saer, y que ello redunda también en su originalidad para tratar la Historia, como rasgo que lo distingue en la tradición de la novela argentina.