'(Norbert estaba destinado) a ser poeta o neurótico ( ) [y se] incluía entre aquellos hombres cuyo reino no es de este mundo.'Un bajorrelieve antiguo; Pompeya; la arqueología: otros tantos elementos que en la novela corta de Jensen; Gradiva: una fantasía pompeyana; no podían sino ser elocuentes para Freud. Aquí; el creador literario se adelanta al psicoanalista en el conocimiento de lo inconsciente. Freud sigue paso a paso el relato de Jensen y se centra en los sueños ficticios de su personaje Norbert Hanold y su fantasía delirante: Gradiva; desaparecida el año 791; vuelta a la vida y errante entre las ruinas de Pompeya; como un 'espectro del mediodía'. Pero Gradiva es Zoé; la amiga de la infancia olvidada y bien real; que arrancará a Norbert a su delirio. Ella se convierte para Freud -figura sin precedentes- en la mujer 'terapeuta'; la mujer que comprende y cura.
"Divino libro, divina edición"