Es una novela que se desarrolla en el interior del puerto industrial de Altamira, Tamaulipas en México; ofrece un mensaje mundial, optimista y de justicia social que empieza a vivirse en 2029, año en el que por fin la Organización de las Naciones Unidas encuentra la forma exacta y expedita de tener una "comunicación global humanizada", para consensuar los problemas universales y convenir soluciones reales de aplicación inmediata en el mundo.