Es sabido que la literatura occidental nace con los poemas homéricos. En ellos el poeta cuenta -y se ocupa de exponer- no pocos asuntos que definen la condición humana. Uno, entre muchos, destaca por su recurrencia: el que describe la práctica de la acogida otorgada al extranjero. No es innecesario anotar que, entre los griegos, este asunto desborda el carácter estrictamente temático y admite ser considerado como uno de los aspectos característicos de su cultura. Intentar establecer el sentido de la actividad hospitalaria es el propósito que persigue el opúsculo titulado Dar acogida.