Luciana es hospitalizada de urgencia, víctima de una sobredosis, luego de consumir "éxtasis". A lo largo de la novela aparecen los testimonios de diversas personas que la han conocido, entre ellas sus padres, sus amigas, su exnovio y un periodista poco profesional. A medida que avanzan las horas, todo es más dramático y la sombra de la muerte atraviesa el hospital.