Después de leer la historia de Ángel travieso y la flor encantada, te parecerá que en tu patio vive una lagartija, que tu gallo te dará su pluma para escribir, y que al jardín han llegado varios animales para sembrar una flor. Cuando leas esta novela corta, vivirás el inmenso placer de las travesuras compartidas. Si lo dudas, te invito a comprobarlo, pero no dejes fuera a los pequeños de la casa…