"Se trata de una de esas obras algo subterráneas que cuentan en su haber con la fascinación de escritores y especialistas como Guillermo Martínez (la eligió mejor novela del año 2012), Ricardo Piglia (“estaba tan entusiasmado con la prosa del libro que casi pierdo un vuelo”) o Noé Jitrik (“una sabia administración verbal, una especie de barroquismo no barroco que recupera el mundo tenebroso y maravillado de los Bosco o los Brueghel”)".Juan Pablo Bertazza.