En el breve pero riguroso estudio de Miranda Lida se entrecruzan varios relatos. Por un lado; el de las peripecias del Instituto de Filología de Buenos Aires; por el otro; el de la trayectoria del filólogo español Amado Alonso; que será director del Instituto durante casi dos décadas; en fin; el de la vida de la república de las letras en la capital argentina entre las décadas de 1920 y 1940. Fundado en 1922; el Instituto de Filología se establecerá al año siguiente en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires. Su creación respondía a las preocupaciones por el estudio y la defensa de la lengua en la ciudad cosmopolita; inquietud que desvelaba a Ricardo Rojas; rector de aquella universidad argentina. Pero también reflejaba el esfuerzo que había emprendido España en la reconquista espiritual de Hispanoamérica. Tras la efímera dirección del erudito español Américo Castro; que no conquistó precisamente el corazón de los porteños (es célebre la sarcástica réplica de Jorge Luis Borges a las consideraciones de Castro sobre el habla rioplatense); la gestión del Instituto pasó a manos de Amado Alonso; todavía joven en 1927 y que será una suerte de héroe cultural a los ojos de los estudiantes que reclutó en la Argentina para esa disciplina recién llegada. Alonso no restringió sin embargo su labor a las actividades del Instituto: no tardó en insertarse en el espacio de las élites culturales; escribirá para sus revistas y desde la editorial Losada hará conocer en español obras capitales en el estudio del lenguaje; entre ellas el Curso de lingüística general; de Ferdinand de Saussure. En esos años; nos dice Miranda Lida; Buenos Aires fue una metrópoli cultural para toda la América hispana.
"Lo compré junto con "Años dorados de la cultura Argentina". Allí dejo un comentario sobre ambos. La entrega y las condiciones materiales de los libros, sin problema."