Repudiados por la Historia, sí, como los grandes hombres que se atrevieron a transgredir las normas y abrazar la Gloria de las victorias; repudiados por unos Historiadores de salón, despacho y moqueta, cortesanos a más no poder y subvencionados hasta el límite del decoro; repudiados por el Pueblo Español que les ha dado la espalda a su sacrificio y grandeza...